57. No quiero que vivir me deje de ilusionar.
No quiero vivir buscando ilusiones por no fijarme en lo que me rodea.
Anoche estaba leyendo en la cama, mi novio estaba dormido a mi lado y me empezó a entrar sueño. Guardé el libro y apagué mi pequeña lámpara de lectura. Dormimos siempre con los ventanucos de la habitación abiertos para que la luz nos ayude a despertarnos, que yo me pego muy fácil a las sábanas, hasta que oigo la palabra “café”. Tumbada en la oscuridad, con los ojos medio cerrados me di cuenta de que se oían grillos y me sorprendió pensar que hacía mucho tiempo que los había dejado de oír. Me preguntaba que por qué anoche sí los oía y otras noches no, obviamente no sería porque se habían ido de viaje y habían vuelto justo ese día que yo los oí.
Comprendí que al estar sonando cada noche desde hace meses, los habría pasado por alto, mi cerebro había dejado de escucharlos porque no les prestaba atención. Se convirtieron en ruido de fondo que cancelaba cada noche, y mi mente no procesaba que había grillos en el otro lado de los ventanucos de la habitación. Me quedé un poco sorprendida y entonces empecé a pensar en aquel mes de marzo que vinimos aquí, a la casa del pueblo, a quedarnos una semana para probar cómo sería vivir aquí e intenté recordar las cosas que sentía por aquel entonces y me percaté de que muchas de las cosas que me ilusionaban en aquel momento, seguían ocurriendo y existiendo ahora 7 meses después, pero ahora como forman parte de mi día a día o de lo cotidiano, van perdiendo fuerza.
No quiero que las cosas pequeñas de la vida pierdan fuerza, quiero forzarme a prestar atención. No quiero que los grillos dejen de sonar por la noche, no quiero que el olor a leña quemada en la chimenea deje de oler, no quiero que la ilusión de coger patatas de la huerta y asarlas al horno con aceite de oliva y romero deje de ilusionarme por ser “lo normal”.
No quiero que las cosas mágicas y bellas de la vida sean “normales”. Quiero que esas cosas que me sacan una sonrisa o que me hacen pararme quieta un minuto para asimilarlo e interiorizarlo sigan siendo especiales porque sino, ¿qué puedo pedirle a la vida? Si todo lo que me da lo menosprecio porque lo tengo siempre, viviré en una constante búsqueda de cosas que me sorprendan siempre más, simplemente por no prestar atención a lo que ya existe a mi alrededor.
Me has hecho pararme y fijarme en lo que tenía alrededor. Gracias. ❤️🩹
me siento suuuuper reflejada en lo que escribes (de nuevo) 🥺 yo también intento fijarme mucho en las pequeñas cosas porque me hacen muy feliz ❤️🩹