Como ya habréis visto, la semana pasada subí dos posts y la verdad es que fueron bienvenidos por parte de los lectores, cosa que me alegra y alivia. Pero, esta decisión no fue buena.
Decidí subir dos posts porque sentí que había fallado por no tener el primero publicado el lunes a las 7:34 de la mañana (lo publiqué por la tarde) y también porque sentí que el post de la lista W.E.I.R.D. no estaba a la altura de lo que yo busco para POMELO. Fui yo quien decidió tomar la decisión de probar un nuevo formato y escribir sobre un tema mucho más ligero, pero a la vez sentía que me estaba saliendo de mi línea normal y se puede decir que entré un poco en pánico. Por esta razón, quise escribir un segundo post más de mi estilo y lo hice con mucha presión y con prisas (me di 2 días para crearlo, del lunes al martes por la noche) y, en mi opinión, fue una catástrofe. Los primeros párrafos no se entendían bien, hubo fallos de ortografía y no profundicé ni expliqué el tema todo lo bien que me hubiera gustado, como suelo hacer cuando hago las cosas en condiciones.
¿Por qué os cuento esto? Primero, para que veáis que hay una persona humana detrás de POMELO con sentimientos, miedos e ilusiones que se raya la cabeza semanalmente pensando si lo hace lo suficientemente bien. Y lo segundo, es que de cada error se puede aprender algo. Mi lección de hoy es que no tengo que ser tan dura conmigo misma y que cuando hago las cosas bien y con amor es como mejor las hago. También pienso que tengo que dejar de pensar que los lectores esperáis el cien por cien de mi siempre, porque la única que sabe cuándo doy el cien por cien soy yo, y si siento que lo he dado, no puedo hacer más.
Cuando me desperté esta mañana y releí el POMELO 26. que había dejado programado la noche anterior, me arrepentí de mi decisión. Me di cuenta de que no había hecho un buen trabajo, sentí vergüenza por los fallos y me puse, de nuevo, a editar el texto.
La decisión del lunes de publicar un segundo texto, dio lugar a muchos sentimientos encontrados y una conversación con mi churri. Había decidido que el post W.E.I.R.D. no era lo suficientemente serio para estar en POMELO por opiniones ajenas que yo había dejado entrar en mi mente. Un post que había escrito con tanta ilusión se había convertido en una vergüenza y en algo que no merecía protagonismo en mis perfiles. Y para colmo, cuando vi los resultados de la encuesta que había subido a las historias de Instagram, vi que a la gran mayoría de las personas les había encantado el formato y pedían más publicaciones de este estilo. Mi mente me había llevado por caminos oscuros llenos de pánico, incertidumbre y humillación cuando los lectores estaban sintiendo todo lo contrario. Les resultó divertido e interesante y me escribieron varias personas para decirme precisamente eso.
Gracias a la publicación de hoy, n.27, podréis ver lo que ocurre dentro de mi cabeza, y gracias a vuestro feedback, yo soy capaz de ver vuestro punto de vista. Cuando junto las dos cosas, soy capaz de aprender y crecer, cosa que busco continuamente en mi vida, por ello, os doy las gracias.
Quiero remarcar que lo que opinen otras personas sobre nuestras ideas o decisiones, debe de quedar en un segundo plano. Lo mejor es invitarles a pasar a tomar un café al jardín, pero no darles permiso para pasar dentro de casa.
pomelo es tuyo y de nadie más, y la primera que tiene que disfrutar eres tú 💖