199. Renuncio voluntariamente a las vacaciones, quiero escribir.
Pido el alta voluntaria y vuelvo porque la vida sin esto no es lo mismo.
Hace ya un lunes que no publico nada en pomelo newsletter y solo siento caos. Me he preguntado muchas veces, quizás demasiadas, si tengo una obsesión por escribir y si es por eso por lo que no soy capaz de disfrutar de mi vida sin escribir y publicar, pero cada vez que me planteo esa posibilidad, mi mundo interior se vuelve loco, empieza a chillar y a chirriar.
Creo que no estoy obsesionada y créeme que no me habría importado haber descubierto que sí lo estoy. Me encanta saber cuáles son mis obsesiones, indagar en el porqué y ver qué cosas necesito ajustar. Pero con la escritura es diferente. Creo que es lo único que no entra en la categoría de obsesión en mi vida, y te prometo que tengo bastantes.
Pienso mucho en mí misma, demasiado seguramente, pero tampoco sé vivir de otra forma. Desde que tuve un móvil entre las manos con trece años he escrito textos en todas las aplicaciones de notas. He tenido libretas llenas de mis sentimientos. He llenado la agenda del cole con canciones, textos y dibujos. Solo sé vivir así. Solo sé ser intensa, sentirlo todo y luego documentarlo.
Lo analizo todo, pero sobre todo, lo siento todo y no solo una vez. La escritura me permite sentir las cosas todas las veces que quiera a través de las palabras y no solo eso, sino que me ayuda a sentir que mi vida está en orden. Ahora mismo mi cabeza (y mi libreta) están llenos de textos por escribir y sé que por haberme obligado a ir de vacaciones y “no escribir” quizás haya perdido la posibilidad de haber dejado esas emociones tan perfectas en algún lado permanente. He anotado las ideas y lo que quería transmitir de forma resumida, pero sé que a la hora de intentar volver a engancharme a ellas, no podré porque no atrapé la idea en el momento.
Mi novio escribe en pequeñas libretas de tapa dura Moleskine desde hace ocho años y tiene su vida entera documentada, pero yo tengo los momentos más importantes, difíciles y bonitos documentados. No se me da bien tener un diario porque me da mucha pereza escribirlo todo. Tengo un filtro y yo solo soy capaz de escribir cuando siento las mariposas, como las llamo yo, o la chispa que es como un fuego interior. Llevo suficiente tiempo haciendo esto para saber que si no lo escribo cuando las mariposas me lo dicen, se quedará en un titulo con un texto vacío y temo que eso es lo que me ha pasado gracias a mis vacaciones. Tengo miedo de que esos textos que eran tan importantes para mí nunca puedan ser lo que pudieron haber sido.
Cierto es que he sentido más inspiración de lo normal durante mis vacaciones, pero no ha sido por no escribir. No necesitaba alejarme de mi escritura para encontrar la inspiración y la motivación. Esta energía renovada ha sido por ir a Madrid, por estar con amigas y amigos, por hacer amigas nuevas, por ir a un concierto, por reencontrarme con viejos amigos del instituto, por comprar libros nuevos, por comer sushi viendo una película romántica, por ir en moto, por ver a mi familia y por bañarme en la piscina. Salir de casa y hacer cosas nuevas me ha renovado y he querido escribir sobre todo ello, pero me había forzado a “no escribir” para ver qué tal y he decidido que una semana basta. No quiero otra semana más de vacaciones de escribir. Quiero estar pegada a mi teclado. Quiero volcarme. Quiero escribirlo todo. Quiero volver a vivirlo. Quiero darle forma. Quiero mi ancla, lo necesito.
No es obsesión y claro que sabría vivir sin escribir, pero no quiero. No quiero irme a dormir sin lavarme los dientes y no quiero empezar el día sin pasar un cepillo por mi pelo largo, no quiero vivir sin escribir. Estaba pensado que no publicaría nada durante dos lunes, pero uno ha sentido como un mes y no puedo más.
Este texto lo he escrito en la piscina, sentada en una silla en el césped después de comer hamburguesas y sandía. Los demás están echados sobre las toallas echándose la siesta mientras yo les hago caso a las mariposas y escribo. Estaba leyendo un libro nuevo que he comprado de Delphine De Vigan, pero mi mente solo iba a la idea de que tenía que escribir. Mezclaba las frases de De Vigan con las mías en mi cabeza y no avanzaba. La vida siempre te dice cuando tienes que tomar ciertas decisiones, pero somos expertos en ignorar las señales y seguir hacia dónde creíamos que teníamos que ir, pero hoy decido escuchar y decido volver a escribir. Decido teclear y volar con las mariposas para decirte que estoy de vuelta y que no quiero volver a irme.
Echaba de menos compartir mis cosas favoritas por aquí así que estamos de vuelta en ese sentido también <3
🤍 bien!
Viva!!! Y muchas gracias por compartirme, that's truly an honor <3