19. Aquello en lo que te enfocas se expande.
Los sesgos cognitivos y cómo aprovecharnos de ellos.
Si te digo que después de leer esto, levantes la vista y observes tu alrededor centrándote en el color amarillo, te sorprenderás porque seguramente empieces a ver cosas de este color por todas partes como si destacasen por encima de todos los demás objetos de otros colores. Esto es a lo que se refiere la frase de “donde pones el foco se expande”, aquello a lo dejas de prestarle atención desaparece fuera de nuestro espacio mental porque nuestro cerebro lo descarta como información innecesaria. Lo mismo funciona al revés, si centras tu atención en los objetos amarillos, tu cerebro hará un trabajo de filtro y te hará ver fácilmente todas las cosas de este color.
Este fenómeno se denomina como un sesgo cognitivo o sesgo de atención selectiva.
La definición de “sesgo” es emitir juicios de forma rápida para llevar a cabo una reacción eficaz y rápida. Y la definición de “sesgo cognitivo” es aquello que consigue restringir y focalizar el campo de nuestra atención evitando una sobrecarga de información.
Y con eso podemos volver a pensar en el fenómeno de ver los objetos amarillos, nuestro cerebro trabaja rápidamente para buscar lo que nos interesa, ignorando los demás colores para evitar una sobrecarga de información de cosas que no nos sirven en ese momento. Esto es algo realmente útil e interesante, si regresamos a tiempos antiguos donde el ser humano cazaba y recolectaba frutas en la naturaleza podremos imaginar que la persona encargada de recolectar bayas rojas tendría la ayuda de este sesgo al poder centrar toda su atención en poder reconocer objetos rojos entre un paisaje casi enteramente verde.
Quiero que este post sirva para que seamos conscientes de que este fenómeno existe y que al igual que el recolector de bayas se beneficiaba de ello, nosotros también podamos hacerlo en el mundo moderno de hoy. Quizás no yéndonos a recolectar bayas pero sí en otros aspectos.
La psicología conoce a la perfección los tipos de sesgos cognitivos que existen, tras un poco de investigación he visto que existen alrededor de 60 tipos y luego he leído varios artículos centrados en los tipos de sesgos cognitivos que son tremendamente útiles para las empresas, se emplean técnicas de marketing para atraparnos sin que lo sepamos. Un ejemplo de esto podría ser el “sesgo de autoridad” que es cuando las personas solemos fiarnos más de las opiniones de las personas al mando o figuras de autoridad. Por eso cuando Listerine u Oral B dice que 9 de cada 10 dentistas recomiendan su producto, nosotros damos por hecho que es verdad.
Mientras leía este artículo, un sesgo en especial que me llamó mucho la atención fue el “sesgo de la ilusión de la verdad” que ocurre cuando creemos que lo que hemos oído muchas veces es una certeza o una verdad. Fue un momento de bombilla donde solté el boli, mi mente empezó a explotar y pensé que dicho de otra forma, las cosas que conocemos como verdades sólo son verdades porque es una afirmación universalmente reconocida. En el momento que la gran mayoría de las personas dejen de estar de acuerdo sobre esa “verdad”, dejará de serlo; se desmentirá. Entonces, ¿realmente fue verdad en un principio? Si tu familia o tu entorno ha repetido que X es malo durante un largo periodo de tiempo y tu has estado expuesto a ese pensamiento día tras día y has asumido e interiorizado que X es malo, lo adoptas como una verdad y vives tu vida acorde a ese pensamiento. Todos estamos condicionados con pensamientos de este tipo, nuestros padres, profesores y otras “figuras de autoridad” a lo largo de nuestros años proyectan sus sentimientos, opiniones, miedos y creencias sobre nosotros y todos lo aceptamos como una certeza sin cuestionarlo.
En el libro de The Extraordinary Mind de Vishen Lakhiani, el autor habla de “brules” que viene de “bullshit” + “rules” en inglés y el autor lo define como “una regla de mierda que adoptamos para simplificar nuestro entendimiento del mundo”. Son pensamientos que se heredan de otras personas sin que las elijamos y que acaban formando parte de nuestra forma de ser. Este tema lo tocaré de nuevo en otro post porque sino me iría por las ramas y los brules dan para mucho.
Menciono a los brules porque por mucho que nos hayan enseñado y acostumbrado a pensar de cierta manera y que como consecuencia hayamos estado constantemente poniendo nuestro foco ahí, no significa que no se pueda cuestionar y encontrar una nueva forma de verlo. Por mucho que me repitan que una carrera universitaria me va a hacer ser una persona exitosa no significa que sea cierto para mi. Puedo cuestionar esa creencia y puedo transformarla en otra cosa nueva cambiando de lado mi foco y expandiéndolo en algo que sí me aporta cosas positivas. Al principio seguramente salgan pensamientos de duda o de miedo pero quizás la forma de poder abrirse a la posibilidad de nuevos puntos de vista es conociendo los pensamientos que ya poseemos y abriéndonos a nuevas formas de ver el mundo.
Por ejemplo: “Quiero apuntarme al gimnasio” pero me da vergüenza, tengo poco tiempo, no tengo ropa de deporte, no sé usar las máquinas, los demás van a reírse de mi… al pensar en todas estas limitaciones estoy poniendo mi foco en todos los aspectos negativos que podrían existir. En cambio, si soy capaz de centrarme en las formas de conseguirlo y los beneficios que podría obtener, la historia cambia por completo: “voy a sacar un rato cada día para mi mismo, voy a aprender a usar máquinas en el gimnasio que nunca he usado, voy a estar rodeado de personas trabajando en su salud y me van a motivar, quizás conozca a alguien amable y nos hagamos amigos, voy a estar más en forma y trabajar mis músculos, cada día que vaya al gimnasio estaré a un paso más cerca de mi meta, voy a trabajar la constancia y la dedicación…”
Siendo realistas, no es trabajo fácil cambiar nuestra forma de pensar, eliminar y transformar creencias además de aprender a poner el foco en las cosas positivas para atraerlas, pero no es imposible. Si los psicólogos y los que trabajan en el departamento de marketing son conscientes de los sesgos cognitivos y de cómo funciona el cerebro humano siendo son capaces de usar ese conocimiento a su favor para conseguir sus metas, cada uno de nosotros también. El primer paso es ser consciente para así poder indagar en nuestro interior cuestionándolo todo y poco a poco volver a cablear nuestro cerebro a nuestra manera.
No soy psicóloga ni experta en el cerebro humano, pero sí leo e investigo e intento mejorar el ático donde vivo encima de mis hombros de muchas formas distintas. Pienso y pruebo para finalmente quedarme con lo que sienta bien conmigo. Lo importante es experimentar de todo para poder sacar tus propias conclusiones. Yo sólo soy una chispa que puede (o no), prender una llama en tu interior.
Lecturas relacionadas
El código de las mentes extraordinarias; Vishen Lakhiani
El alquimista; Paulo Coelho
El poder del ahora; Eckhart Tolle
Thanks sparky XXX